Pocas cosas definen tanto la gastronomía japonesa como el sushi, pero pocos saben que sus orígenes son muy distintos a lo que conocemos hoy. El sushi nació como una técnica de conservación del pescado en arroz fermentado, hace más de mil años en el sudeste asiático, y llegó a Japón alrededor del siglo VIII. En aquel entonces, el arroz no se comía: solo servía para fermentar y conservar el pescado.
Con el tiempo, esta tradición evolucionó. Para el siglo XVII, en Edo (la actual Tokio), los vendedores callejeros comenzaron a servir “nigiri” fresco, una versión rápida y práctica del sushi que podía comerse al instante. Era el equivalente a la comida rápida de la época: deliciosa, sencilla y perfecta para quienes estaban en movimiento.
No fue hasta el siglo XX que el sushi comenzó a transformarse en un plato refinado, servido en restaurantes especializados, con cortes de pescado seleccionados, técnicas precisas y presentaciones cuidadas. Desde los clásicos nigiris y makis hasta innovaciones modernas, el sushi se convirtió en un símbolo de tradición y creatividad.
Hoy, en Kaito, llevamos esa historia a tu mesa. Cada nigiri, maki o sashimi es un guiño a siglos de evolución, combinando la técnica tradicional japonesa con un toque moderno y creativo. Comer sushi en Kaito no es solo disfrutar de sabores frescos y equilibrados: es experimentar una tradición milenaria reinterpretada para hoy.
Así que la próxima vez que pruebes un bocado de sushi en Kaito, recuerda: estás degustando siglos de historia, innovación y pasión por la cocina japonesa.
